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No puedo con la vida...

El móvil

Que el móvil suene en público es siempre de mala educación. La razón es que inevitablemente se incurre en uno de los siguientes supuestos:
1) Te interrumpe una conversación.
2) Te interrumpe una conversación interesante.
3) Te interrumpe una conversación interesante y te hace partícipe de otra que no te interesa en absoluto.
4) Te interrumpe (no necesariamente una conversación).
5) La sintonía está compuesta por siete variaciones del Ave María de Bisbal. El teléfono está en el fondo del bolso. El bolso está colgado en el perchero del despacho. Media oficina se vuelve loca durante tres interminables minutos. Cuando su legítima dueña baja de la parra y se hace con él, deja de sonar. Era su Flor, que quería encargarle a su pichurri unos slips del carrefur.

Penélope Glamour y Holden Caulfield.

4 comentarios

Luthien -

... DE acuerdo en todo, pero encimas cuando no lo coges generalmente te lo echan en cara :)

buit d'estels -

Inhibición, también es fingir que el móvil que truena no es de una, quizá el del propio jefe que buscado por su mujer se hace el despistado.

el punki -

Ah, bueno, si es por eso entonces vale. Porque no hay nada como los calzoncillos del carrefour.

Jonathan José de Todos los Santos -

6)Te encuentras en mitad de una clase de Alemán, con el móvil en vibrador en el bolso colgado de la pared, y el pesado de tu amigo de turno no hace más que llamar, generando un molesto sonido de vibración (casi pero que el Bulería de Bisbal en el móvil)...